En la Iglesia Catedral de Huancayo, el miércoles 19 de
noviembre, más de 50 sacerdotes, entre ellos tres presbíteros de la Diócesis de
Tarma, además de religiosas, seminaristas, y gran número de fieles laicos
acompañaron la misa de cuerpo presente (exequias) de Monseñor Gilberto Salas Hurtado, quien falleció el día martes 18 de
noviembre a causa de un derrame cerebral grave que lo tuvo en coma desde el
viernes pasado.
Una atmósfera de recogimiento, oración, reflexión y lágrimas
rodeó los ambientes del Arzobispado, de donde salió el féretro en procesión sostenido por los frailes franciscanos, la congregación de Mons. Gilberto; y
continuó durante la emotiva ceremonia presidida por Mons. Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo Metropolitano de Huancayo.
“Dios nos manifiesta su amor gratuito, fiel e irrevocable”,
“quien es llamado, debe tener disposición absoluta, en todo momento y contra
todas las dificultades”, “para perseverar, la clave está en la oración”, “la
Fidelidad es permanecer en Dios; el celibato es la prueba de fidelidad del
sacerdote”, “el sacerdocio implica la
capacidad de aceptar compromisos estables, para toda la vida”; son frases
que Mons. Gilberto hizo llegar a los Seminaristas del Seminario Mayor San Pío X
de Huancayo en el último retiro que dirigió los días 23 y 24 de Mayo del 2014.
Mons. Gilberto Salas, era Vicario General de la
Arquidiócesis de Huancayo, ciudad que lo acogió en sus últimos nueve años de
vida. Con su vida, y quizás con su muerte, deja un mensaje de esperanza, de unión
y de renovación pastoral de la Iglesia de Huancayo, que Mons. Pedro Barreto promueve como Pastor de
la comunidad del Valle del Mantaro.
Ver un álbum de fotos de esta ceremonia: AQUÍ
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